lunes, 7 de julio de 2008

Porque no te dejaré

Él, tan triste que no recoge ni los frutos que la vida le da, tan patético que no ve la felicidad a cinco pasos, y tan estúpido que no valdría ni para ser llevado en el bolso de una adolescente. Un actor de segunda fila, un quiero y no puedo.

“¡Si sufro hasta en tus sueños!, si sólo soy la sombra

de un hombre que nunca fui”

Ella, aún siendo más joven, es más valiosa, más tenaz, tienes más recursos y el valor de aclarar las cosas. Y, sin embargo, decidió un día sentarse junto a él, una copia barata de malo sentimental, en una peli de cine de verano.

Se sentó a su lado, en un banco destinado a los sin-futuro. En un parque sin sol al atardecer se convirtió en la única que puso los ojos sobre su cuerpo maltrecho, para darle lo que ni sus mejores amigos pueden darle: el derecho (ganado) a poner una bandera en la tierra más inhóspita que cualquier mujer haya probado.

“Erguirse en una montaña de envidia y restos de

hogueras de amor no es nada fácil.

Y lo haces todos los días.”

Juntos vimos el lago oscuro, el que está creado con unas aguas tan saturadas de dolor, que no dejan ver el fondo. Cualquier otra persona me habría clavado una lanza en el pecho para ver si aún seguía con vida. Tú, en cambio, decidiste bajarme de esta cruz, sanar mis heridas, acabar con esta tortura autoimpuesta que aún camina milagrosamente, que escribe para ti y por ti… Te has convertido en refugio, en escudo y armadura, en sombra para el calor y en fuente para la sed.

¿Y ahora soy lo que siempre has necesitado?. No. No me lo arrebatarás. No me quitarás el sentimiento de deberte algo. El que tiene que decir GRACIAS en las letras más grandes soy yo. El que esculpirá tu rostro en las rocas más duras soy yo.

Apareciste en mi vida como los que se conocen en la única gasolinera de la carretera más solitaria. Ahora que compartimos destino y equipaje, ahora que eres amiga y amante, no me eleves por encima de ti. Sencillamente, porque no puedes; sencillamente, porque no te dejaré…

3 comentarios:

Ann dijo...

Gracias.

Veo que las cosas están mejorando. Me alegro =)

Anónimo dijo...

MUERTE EN EL OLVIDO

Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...

Ángel González

Anónimo dijo...

Me encanta esta entrada, casi me haces llorar!! ojalá no la dejes nunca...


Te estaré por siempre agradecida de sacarme de los suburbios de la calle betis en un pésimo estado. Hasta pronto!! :D