jueves, 27 de marzo de 2008

El círculo de la Vida

Desde hace tiempo, he descubierto que embarcarse en una montaña rusa de incertidumbres y desasosiego, es decir, pasar de estar en la cúspide a darte de cara contra el suelo en cuestión de minutos, sienta fatal para el ánimo, la salud mental y, sobre todo, para las ganas de vivir.

Sé que cuando una persona empapa todo lo que te rodea, su huella tarda en secar, pero no sabía que su imagen hiciera que pasases de sentirte tan mal como para desear humillarte, a sentirte tan (falsamente) bien como para desear odiar, convirtiendo en una cruel dicotomía cada decisión a tomar. Esto convierte tu vida en círculo enfermizo.

No saber qué es lo que quieres, o qué es lo que deseas, o qué es lo bueno para ti en ninguno de los ámbitos de la vida, te lleva a caminar por terrenos que no te pegan para nada. Incluso a despreciarte a ti mismo en una época en que necesitas todo lo contrario. Incluso a mentir. Incluso a pensar en esa caja de pastillas del armario.

Ayer, un amigo me dijo que todo es psicológico, y que se supone que deberíamos poder controlar nuestros pensamientos, que desgraciadamente no podemos, pero se puede distraer con la actividad.

Yo le digo que hay demasiados factores: la falta de información sobre la persona que deseas, los deseos futuros que se desvanecen, no poder frenar los sueños por la noche, tampoco que acudan a tu mente nada más despertar…haciendo que recorra todos los días ese círculo, y cada vez de una manera más peligrosamente rápida, hasta el punto de calentarse las sienes de tanto apretar la mandíbula y no desear otra cosa que huir.

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