Es cuando la palabra ‘cojones’ significa algo. La ira sube, hasta arriba, hasta las fosas nasales, donde la sangre hierve y dejas de controlarlo todo. Solo apretar los puños, dejar de pensar y abandonarse a la locura de golpear hasta la muerte. Siempre, hasta el final, hasta cualquier final.
A veces merece la pena arriesgarse a eso, porque la verdad, no nos engañemos, hay personas que no merecen el respeto ni de apartarse a su paso, ni de ser miradas, ni de merecer el tiempo que gastamos en ellas.
Te agachas, separas las piernas, manos en alto, cerradas… eso que recorre tu espalda es tu orgullo diciéndote "adelante"…
Ya lo decía el sargento Hartman:
“…lo mejor será que no me encabrones, o si no, te arranco la cabeza
y te follo hasta el hígado.”
Siempre habrá tiempo de matar alemanes:
1 comentario:
jaja y esa ira repentina leandro?? estos alemanes.....imparables hasta la final ya verás
Publicar un comentario