miércoles, 6 de agosto de 2008

La tormenta perfecta

Yo soy un frente de muy altas presiones, un ambiente rancio, cargado con demasiada humedad, que avanza con lentitud, matando la vida, cubriendo sombras, ocultando el aire a los pulmones que gritan por el oxígeno que nunca tendrán.


Tú eres un huracán, siempre en contacto con aguas cálidas, con el poder de la tormenta en las manos y la destrucción como heraldo de tus conquistas. Erguida, invicta, indestructible, te abates sobre costas que no merecen tus esfuerzos.


Yo soy el calor que puede alimentar los vientos que rigen tus destinos.


Tú eres la energía que puede convertirme en la mayor fuerza de la naturaleza.





En este mar interior, cerrado para nosotros, cercado por nosotros, era inevitable que chocáramos…


La consecuencia no podía ser otra: la tormenta perfecta.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Algún día te robare la entrada y la haré mía, me tirare a alguna chavala recién encandilada y lo mejor de todo es que tu nunca lo sabrás.

Jesús M

Anónimo dijo...

¿Describe eso el hacer el amor con tu pareja?