Parece inevitable rodearse últimamente de amigos de paja y cruzárselos por la calle para saludarlos sin ganas. Te dan un abrazo como si esto o aquello de tí fueran importantes. Y esta noche no se acordarán de tu nombre. Los odio. Aunque los soporto, los odio.
Me contento con el hecho de que nunca salvarán mi vida, más que nada porque no forman parte, en ningún aspecto, de ella. Me resbalan como ese otro que de vez en cuando suelta otra perla.
Eh... espera un momento que me acabo de cruzar con...
2 comentarios:
Es que a quien se le ocurre..
Tendrías que seguir caminando por mis calles, para poder cruzarnos nosotros y en lugar de abrazarnos, apoyar espalda con esapalda y reventar a todos los que nos rodeen.
AAA-0
menos estar tan ocupado y a ver si escribes más... que si no es por aquí no tengo noticias de ti.
y que no me entere yo que has superado el record de 12 horas charlando con alguien... porque si es así te reto.
besos
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