domingo, 16 de noviembre de 2008

¿Por qué?. Porque...

Tan atareado estaba estos últimos meses que no encontraba tiempo para entrar por estos lares y contar otra idiotez... bueno, esa era mi excusa, porque ahora que lo pienso, tampoco es que encontrara las ganas para ponerme de nuevo a escribir.


Hace unas semanas, una de las personas a las que más quiero me dijo que tal vez fuera porque sólo escribo cuando estoy triste. Eso me hizo pensar en dos cosas. La primera, que en una entrada antigua (no se cual) puse que es de la desolación de donde saco mis mejores palabras. La segunda, la razón por la que vuelvo aquí, es que si esta persona tiene razón, si yo redactaba cuando peor era mi ánimo, ahora que no escribo, se debe a que soy feliz. Feliz de verdad. No hay un impulso que me lleve cada noche delante del ordenador a desahogarme.






Sé que me estoy escudando en una excusa pobre para no seguir llenando un blog personal, pero nunca me voy a forzar con cosas así.


Ahora hay otra persona en mi ser, hay un trabajo que me gusta, hay una carrera en la que todo va bien. Quizás hecho de menos a muchos amigos a los que no puedo ver tanto como quisiera. Quizás necesito un poco más de tiempo para presentarme a vosotros con más asiduidez.


Pero os digo una cosa. Me comprometo a que feliz (este término aún no me lo aplico) también escribiré, aunque sea peor, aunque os guste menos (a los pocos a los que os gusto... vamos a ti solo), pero escribiré. Al menos, para decir adiós...


P.D.: Eloy, de verdad, si el día tuviera 28 horas... pero te llamaré. Te lo prometo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Asiduidad, no asiduidez. Y si el día tuviera 28 horas iría a buscarte, para patearte el culo durante las 4 horas extras que tengo. Por perro.

Pero siempre desde el cariño...